La bendición de casas en Epifanía

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Una antigua tradición de Epifanía, que hoy se conserva en algunas naciones, es bendecir las casas haciendo una inscripción con tiza o gis: 20 + C + M + B + 22.

Al principio y al final de esta inscripción aparecen los cuatro números del año civil recién iniciado. Con ello se significa que el Verbo Eterno se inserta en nuestras coordenadas espacio temporales para santificarlas. Así como en la Epifanía se anuncia la Pascua, el número del año marcado en la puerta mira a la noche santa, en la que se marcará ese número anual en el cirio pascual recordando que Cristo es el alfa y el omega, el principio y el fin.

Por otra parte, aparecen tres letras: C, M y B. Son las iniciales de los nombres tradicionales de los magos: Gaspar (Caspar en latín), Melchor y Baltasar. Pero también son las abreviaturas de “Christus mansionem benedicat”, es decir, “Cristo bendiga esta casa”.

Entre los primeros y últimos números, así como entre las iniciales aparece la cruz, el árbol desde donde Cristo derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados. Si en el día catorce del mes de nisán los israelitas marcaron las puertas para que el Señor no permitiera que el Exterminador entrara en sus casas para castigarlos (Ex 23), con la marca de tiza o gis se pide la presencia y bendición de Dios en los hogares.

Así pues, se trata de una invitación para que Jesucristo sea parte del hogar: en las penas y en las alegrías; en la salud y en la enfermedad; en los trabajos y en los juegos; en los ires y venires.

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